domingo, 23 de noviembre de 2008

El viaje definitivo.



Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;

y se quedará mi huerto con su verde árbol,

y con su pozo blanco.


Todas las tardes el cielo será azul y plácido;

y tocarán, como esta tarde están tocando,

las campanas del campanario.


Se morirán aquellos que me amaron;

y el pueblo se hará nuevo cada año;

y en el rincón de aquel mi huerto florido y encalado,

mi espiritu errará, nostálgico.


Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol

verde, sin pozo blanco,

sin cielo azul y plácido...

Y se quedarán los pájaros cantando.


Juan Ramón Jiménez.

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